Encajada en lo alto de una peña y aún protegida por la antigua muralla, la población de El Castell de Guadalest conserva toda su atmósfera y su sabor medieval. El enclave, tan sorprendente como espectacular, destaca por el casorio colgado en lo alto de la roca, el pantano homónimo y los pueblos circundantes.
El Castell de Guadalest se organiza en dos núcleos, el arrabal y el centro histórico. el primero en la población moderna situada en la parte baja a la que se llega por carretera y que alberga el barrio más reciente, con su gran aparcamiento, numerosas tiendas y museos.Pero la parte más interesante es el núcleo antiguo, asentado sobre una afilada peña caliza, y al sólo se accede a pie a través de un túnel abierto en la parte más elevada del municipio.